La decisión que casi nadie notó

En México, la moneda digital del banco central —el llamado MDBC (CBDCs, por sus siglas en inglés) o “peso digital”— genera dudas y versiones encontradas.
Algunos dicen que no existe, otros que está en pruebas, otros que fue aprobada en secreto. Pero la pregunta clave es mucho más simple:

¿Cuándo dijeron oficialmente: “sí, iniciemos esto”?

La respuesta no está escondida. Simplemente, nunca se explicó con claridad al público. A continuación se presentan las piezas básicas, con documentos oficiales y notas de prensa que permiten reconstruir el momento en que México activó formalmente su proyecto de moneda digital.

1. El verdadero punto de partida: diciembre de 2021

El origen real del proyecto está en un documento técnico publicado casi sin cobertura mediática: la Estrategia de Pagos del Banco de México, difundida en diciembre de 2021.
En ese documento, Banxico integra por primera vez una sección completa titulada:

“IV.4. Plataforma para monedas digitales de un banco central (MDBC)”

No se trata de un simple ensayo teórico, sino de un componente de la política oficial de pagos del país.

En otras palabras:

Ese es el momento en que Banxico institucionaliza el desarrollo de una moneda digital.

Antes de ese documento, México no tenía ninguna política formal sobre una moneda digital de banco central. Después de diciembre de 2021, sí la tenía. Ese fue el “sí, vamos a trabajar en esto”.

Puedes consultar el documento aquí:

Estrategia de Pagos del Banco de México (PDF, diciembre 2021)

2. El anuncio público que confirmó todo

Pocas semanas después, el 30 de diciembre de 2021, la cuenta oficial del
Gobierno de México en X/Twitter publicó un mensaje que encendió las alertas en los medios:

“El @Banxico informa que hacia 2024 tendrá una moneda digital propia en circulación, por considerar de suma importancia estas nuevas tecnologías y la infraestructura de pagos de última generación como opciones de gran valor para avanzar en la inclusión financiera en el país.”

Ese tuit fue interpretado como la confirmación pública de una decisión que ya se había tomado internamente en Banxico. Es la pieza política que se suma a la pieza técnica.

El mensaje puede consultarse directamente aquí:

Anuncio del Gobierno de México sobre la moneda digital (30 de diciembre de 2021)

3. La reacción mediática: del documento técnico al “peso digital”

A partir de ese anuncio, diversos medios nacionales e internacionales comenzaron a cubrir el tema, retomando tanto la estrategia de pagos como el tuit del Gobierno. Entre ellos, por ejemplo:

• “México prepara una nueva moneda digital para 2024” – El País
  
• “Banxico lanzará su moneda digital para 2024” – Forbes México
  

La narrativa que se consolidó fue clara: México había activado formalmente su proyecto de moneda digital a finales de 2021, con un horizonte tentativo de 2024 para su posible entrada en circulación.

4. Lo que vino después: “fase inicial” y desarrollo silencioso

Aunque el anuncio político fue muy contundente, el propio Banco de México adoptó un tono más prudente en los meses
siguientes. En presentaciones posteriores, el banco central habló de la moneda digital como un proyecto en “fase inicial”, centrado en:

• Definir la arquitectura tecnológica y los modelos de operación.
• Analizar implicaciones legales, técnicas y de estabilidad financiera.
• Evaluar riesgos y posibles impactos en el sistema de pagos.

Un ejemplo es la presentación titulada “Retos y Perspectivas de la Moneda Digital de Banco Central” (septiembre de 2022), donde Banxico vuelve a citar la Estrategia de Pagos de 2021 como punto de partida del proyecto:

Presentación “Retos y Perspectivas de la Moneda Digital de Banco Central” – Banxico (PDF)

De esta forma, el banco central confirma que la moneda digital no es una ocurrencia aislada, sino un proyecto integrado a la estrategia oficial y en desarrollo, aunque todavía sin fecha definitiva de implementación

Infográfico de línea de tiemp:

5. ¿Por qué importa ubicar bien la fecha de inicio?

Ubicar el momento exacto en que México dijo “sí, iniciemos esto” es clave para entender el proceso político y técnico que rodea a la moneda digital. Marca la frontera entre:

• “Estamos estudiando el tema” (nivel puramente exploratorio).
• “Hemos integrado la moneda digital en nuestra política de pagos y empezamos a desarrollarla”.

Ese salto se da a finales de 2021, cuando:

• Banxico publica la Estrategia de Pagos e incluye la
  “Plataforma para monedas digitales de un banco central (MDBC)” como pilar oficial de política.
• El Gobierno de México anuncia públicamente que el banco central tendrá una moneda digital propia
  “hacia 2024”.

A partir de ahí, todo lo que viene después —fases iniciales, prototipos, aclaraciones y presentaciones— es simplemente el desarrollo de una decisión que ya se había tomado.

6. En síntesis

Cuando alguien pregunta: “¿Cuándo dijeron de verdad: sí, iniciemos esto?”, la respuesta, con documentos en la mano, es contundente:

A finales de 2021.

No fue un rumor, ni una filtración, ni una simple especulación. Fue el resultado de un documento institucional del Banco de México y de un anuncio público del propio Gobierno federal, que juntos marcaron el arranque formal del
proyecto de moneda digital mexicana.

Aquí puedes monitorear la fase en la que está la moneda digital (CDBCs) en México.

https://www.cbdc.cc

En conclusión: Hay que recordar que para que este sistema de dinero programable digital funcione, tiene que estar conectado a una identificación biométrica digital.

El mexicano a cargo del BIS es Agustín Carstens. Lo que él ha dicho sobre CBDC + identidad digital es básicamente esto:

En una conferencia sobre monedas digitales, dijo (en inglés):

“CBDCs can be the entry point for financial services, but they need to be linked to a Digital ID.”

En el mismo discurso, añadió:

“CBDCs without identity … will not fly.”