Contaminación del Agua en el Condado de Suffolk: Una Crisis Ambiental y de Salud Pública Sin Salida
Suffolk, Nueva York-–El condado de Suffolk, en Long Island, Nueva York, es una de las áreas más ricas del estado, pero debajo de sus paisajes y comunidades prósperas se esconde una amenaza silenciosa: la contaminación de su única fuente de agua potable. Este problema, impulsado por la falta de sistemas de alcantarillado y el uso de tanques sépticos en el 75% del territorio, ha permitido que sustancias químicas y nutrientes peligrosos se infiltren en el suelo, afectando el acuífero del cual dependen sus habitantes. Entre estos contaminantes se encuentran el nitrógeno, producto de los desechos domésticos, y el 1,4-dioxano, conocido como un “químico eterno” debido a su resistencia a degradarse y su persistencia en el medio ambiente y en el cuerpo humano. Ambos representan serios riesgos para la salud pública y el ecosistema local.
Este reportaje explora en profundidad los factores detrás de la crisis del agua en Suffolk, destacando el papel de los sistemas sépticos, el terreno arenoso y la falta de un sistema de alcantarillado, además del impacto en la salud de los residentes.
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El Problema del 1,4-Dioxano y el Nitrógeno:
El 1,4-dioxano (1,4-DX), una sustancia utilizada en productos domésticos como champús, detergentes y productos de limpieza, ha sido clasificado por la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA) como un probable carcinógeno humano. La exposición a este químico, incluso en pequeñas cantidades, puede tener efectos a largo plazo, ya que no se degrada fácilmente en el medio ambiente ni en el cuerpo humano. La situación se complica con la presencia de nitrógeno, un subproducto de los desechos humanos que, al concentrarse en el agua, se convierte en nitrato. Estos nitratos también son un riesgo para la salud, especialmente para los niños, ya que pueden causar el síndrome del “bebé azul”, una condición grave que afecta la capacidad de la sangre para transportar oxígeno.
El Dr. Christopher Gobler, del laboratorio Gobler de la Universidad de Stony Brook, ha estado estudiando las concentraciones de nitrógeno en Suffolk durante años. “Los niveles de nitrógeno en esta región son alarmantemente altos,” afirma. “Hemos visto un aumento en las enfermedades respiratorias y en los casos de cáncer, especialmente en las zonas costeras.” Además, la proliferación de algas tóxicas como Dasysiphonia, que se nutren de este exceso de nitrógeno, genera gases peligrosos que afectan a los residentes cercanos a las bahías. Las algas no solo representan un riesgo para la salud humana, sino que también dañan el ecosistema marino, impactando negativamente la pesca y otras actividades económicas locales.
Sistemas Sépticos: Una Solución “Medieval”
En la mayor parte de Suffolk, los hogares y negocios dependen de tanques sépticos para manejar sus aguas residuales.
Estos tanques están diseñados para filtrar los desechos y permitir que el agua se infiltre en el suelo, donde las bacterias deben neutralizar los contaminantes antes de que lleguen al acuífero. Sin embargo, el terreno de Long Island es arenoso y poroso, lo que significa que estos desechos pasan rápidamente a través de la tierra, sin una filtración efectiva.
La Dra. Sarah Meyland, directora del Centro de Gestión de Recursos Hídricos del Instituto de Tecnología de Nueva York, advierte: “Es como si estuviéramos descargando nuestros inodoros directamente en nuestra fuente de agua potable. Suena absurdo, pero eso es lo que sucede en Long Island.”
Según Meyland, la falta de un sistema de alcantarillado adecuado en Suffolk está dejando a los residentes vulnerables. La infraestructura de tanques sépticos, que puede ser efectiva en otras regiones con terrenos más compactos, no funciona en el suelo suelto y arenoso de Long Island. “La gente ni siquiera se da cuenta de que estos contaminantes llegan a su agua potable,” añade la Dra. Meyland. La contaminación del acuífero representa un riesgo para la salud a largo plazo, ya que este recurso es la única fuente de agua para toda la región.
Por su parte, la Doctora Nely Ríos Donato, profesora de investigador de farmacobiología en el Departamento de Química de la Universidad de Guadalajara, comenta sobre el uso de fosas sépticas, dice que “esa era una práctica medieval” de una época en que no existían los sistemas modernos de drenaje.
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Historias de Impacto:
La Experiencia de Dan
Para los residentes de Suffolk, como Dan, la contaminación del agua es una amenaza invisible de la que no se habla lo suficiente. Dan, quien ha vivido en el condado toda su vida, comenzó a notar problemas de salud entre sus vecinos y en su propia familia.
Años atrás, instaló filtros de agua convencionales, pensando que estaba protegiendo a su familia. Sin embargo, recientemente se enteró de que estos filtros no eliminan ni el 1,4-dioxano ni los nitratos. “Nunca pensé que el agua de mi casa podría estar causando problemas de salud,” dice Dan. “Pensaba que los filtros eran suficientes.”
Dan representa a muchos residentes que no son conscientes de la gravedad de la situación. Según una encuesta realizada a los habitantes de la región, más del 80% desconoce la presencia de estos contaminantes en el agua. La falta de información y la ausencia de medidas preventivas agravan el problema, dejando a los residentes en una situación de indefensión frente a estos riesgos ambientales.
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Maria
María, residente del condado de Suffolk, muestra cómo todas las mañanas el agua de su casa sale sucia, y se queja de que su familia sufre de problemas estomacales y tiroidismo.
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Paul
A pesar de tener un buen sueldo como profesional en tecnología y ciberseguridad, Paul tiene que colectar agua de los filtros que recientemente instalaron en su trabajo para llevarla a su casa, ya que, después de comprar su nueva casa, su esposa descubrió que el agua en su vecindario tiene altas concentraciones de contaminantes. Instalar un sistema de filtración en su hogar le costaría $6,500, y no solo no puede solventarlo, sino que solo estaría filtrando los nitratos, por el hecho de que la tecnología para filtrar el químico industrial 1,4-dioxano aún no existe, dijo Brenda Masi del Superfund Center de la Universidad de Yale.
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El negocio del status quo
A pesar de la gravedad del problema, hasta ahora las autoridades locales han tomado pocas medidas para implementar un sistema de alcantarillado completo en el condado.
Los altos costos y el tiempo necesario para la construcción de una infraestructura de este tipo representan un desafío considerable. Sin embargo, organizaciones comunitarias y grupos de defensa del medio ambiente están presionando para que se realicen cambios significativos, pero no es suficiente, ya que lo han hecho por años y el statu quo no ha cambiado.
El problema de la contaminación en Suffolk es un ciclo vicioso del que los residentes nunca podrán salir, a menos que se implemente un plan como el de los años 80 con el Plan 2015, un proyecto de 50 años que el condado inició para evitar la situación que enfrenta hoy. Se sabía que esto ocurriría, y ahora el condado depende de una industria de tanques sépticos valorada en 6.7 mil millones de dólares.
Ingresos de la industria de tanques sépticos
Mientras tanto, otras industrias también se benefician, como la inmobiliaria y la de salud, ambas indirectamente favorecidas con grandes ganancias. Por un lado, las restricciones de urbanización, con la excusa de que no hay alcantarillado para construir más, aumentan el valor de las viviendas en Suffolk, que oscilan en medio millón de dólares. Por otro lado, el sector salud es el principal empleador de trabajadores de salud en el condado, ocupando el segundo lugar en el estado después de la ciudad de Nueva York. Clínica tras clínica se abren constantemente, y el problema del agua continúa siendo una economía en sí mismo.
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La comunidad de Suffolk enfrenta un monstruo silencioso bajo sus pies y si no saben de la existencia de este peligro, son simples barcos de papel, un océano de falta de información y abandono. Y la calidad del agua continuará deteriorándose, con posibles consecuencias irreversibles para la salud pública y el medio ambiente.
El Dr. Gobler, la Dra. Rios, y la Dra. Meyland instan a los residentes y a las autoridades a tomar medidas para proteger el acuífero y garantizar un suministro de agua seguro para las futuras generaciones, ya que actualmente el status quo mantiene al condado con un sistema obsoleto y medieval.
“Te gustaría descargar tu iodoro en tu siministro de agua potable? Pues suena absurdo pero eso es lo que esta psando en Long Island,” afirma el Dr. Gobler.
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Un Llamado a la Acción
La contaminación del agua en Suffolk es una crisis que afecta a todos los habitantes del condado, aunque muchos aún no lo saben. Para los residentes, es crucial informarse y exigir soluciones a largo plazo. La instalación de sistemas de alcantarillado y la mejora en la gestión de aguas residuales son esenciales para frenar el avance de esta amenaza. En última instancia, la calidad del agua es responsabilidad de todos, y solo mediante la acción colectiva se podrán enfrentar los desafíos que presenta la crisis ambiental en Suffolk.
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Infografía: